En Estados Unidos todo es a lo grande y desmesurado, cuando hay un huracán, éste arrasa con todo, si llueve hay inundaciones, cuando nieva se colapsan calles y aeropuertos… los bocadillos son de tres o cuatro pisos como sus rascacielos y como no, sus diseños de sonrisa también suelen ser muy exagerados.
En repetidas ocasiones muchos y reconocidos especialistas en estética dental estadounidense, me comentan que los especialistas europeos somos muy afortunados al poder diseñar sonrisas basadas en la naturalidad sin ese grado de exageración.
En mi opinión, la estética dental ha de conseguir fusionar arte y ciencia de forma absolutamente natural. Es justo esta característica, la naturalidad en la sonrisa, la más difícil de conseguir en nuestra especialidad.
Nuestros dientes son policromáticos, tienen distintas tonalidades blancas, amarillas, anaranjadas, azules, grises, que combinadas ofrecen el aspecto de naturalidad y translucidez al diente. Jugando con estos colores podemos alcanzar el mimetismo con un diente natural. Además, existen otros muchos parámetros a tener en cuenta para que una sonrisa se vea bonita, tales como la forma, el tamaño, la alineación y algunos otros como la dirección de ejes y líneas de transición que con un buen diseño y acabado artesanal confinan una sonrisa bella.
¿Que sucede pues con las sonrisas diseñadas por los estadounidenses?
Los «americanos» (estadounidenses) debido a que tienden a la exageración, solicitan a sus dentistas que en el diseño de su sonrisa sea exagerada, sobre todo con un color blanco “bleach” y con el tamaño y la longitud de los dientes. El caso es que cuando no se respetan los parámetros y proporciones adecuadas, es mucho más difícil conseguir alcanzar lo que para nosotros es más importante, y es que el resultado de un diseño de una sonrisa se vea natural.
Es cierto que los estadounidenses, son exagerados, pero también claramente marcan tendencias.
Los pacientes que acuden a mi consulta, cada vez más, me piden que el color sea más blanco, sin demasiado policromatismos, y con una longitud y tamaño considerable. Obviamente estas peticiones complican el estándar elevado de naturalidad, pero nuestro esfuerzo y trabajo está en alcanzar ese compromiso entre la exageración y la sobriedad.
Como reacción curiosa, cuando nos fotografiamos con alguien que está más bronceado que nosotros deseamos ese tono para nosotros. Lo mismo le sucede a una persona si se fotografía o compara con otra persona que tiene los dientes más blancos, es decir, es muy probable que desee llegar a tener ese color. Esto justifica que, en los últimos años, se haya visto aumentado el nivel de demandas de dientes cada vez más blancos y que la tendencia, siga siendo esa precisamente.
El mismo día en que escribía este artículo, me llamaba un excelente amigo mío cirujano plástico, que al comentarle el escrito que estaba preparando, me confirmaba que en cirugía estética sucede completamente lo mismo. Sus pacientes cada vez le solicitan prótesis de mama más grandes, de modo que cuando antes se implantaban prótesis de 200gr, los estadounidenses ya utilizaban de 400gr, y ahora, ya se están colocando de hasta 450gr. Es una prueba más de que en muchos ámbitos los estadounidenses nos guste o no, marcan tendencias.
Para finalizar, os muestro dos sonrisas que conviven en Hollywood: Elsa Pataky y Penélope Cruz. La primera tiene una sonrisa natural, proporcionada y estilizada. Penélope tiene una sonrisa espectacular, radiante y por supuesto blanquísima. Ambas tienen sonrisas extraordinarias, una con un estilo europeo y la otra, con un marcado estilo americano. Ustedes escogen, o… it is up to you